Sano y en forma con la pirámide alimentaria

Sano y en forma con la pirámide alimentaria

¿Qué hago para mantenerme en forma? ¿Cómo evito esos kilos de más? ¿Cómo me aseguro de tener todos los nutrientes necesarios? Difícilmente encontraremos un tema sobre el que se escriba y hable más que el de la alimentación saludable. Y en realidad no es brujería. Solo hace falta un poco de sentido común. Por ejemplo, basándonos en lo que nos muestra la pirámide alimentaria, cuya estructura es muy reveladora. Viene a decir lo siguiente: la base está formada por agua y otras bebidas sin azúcar, como las infusiones, así que es lo que más debemos ingerir. A continuación vienen la fruta, la verdura y las legumbres.  Mmmmm… ¡qué ricas!

Se recomienda comer diariamente tres raciones de verdura y dos de fruta. La siguiente capa la forman los hidratos de carbono: unas cuatro raciones diarias, preferentemente en forma de patatas y productos integrales. La leche y los productos lácteos como el queso o el yogur pueden tomarse hasta tres veces al día. El pescado, la carne y los embutidos se encuentran casi en la punta de la pirámide: el pescado azul como la caballa, el salmón, el arenque o el atún se pueden consumir dos veces a la semana, y tampoco hay que renunciar a la carne blanca ni al embutido hecho con carne de ave: están permitidos tres veces a la semana. No obstante, la carne roja como la ternera, el cerdo y el cordero debe reducirse al mínimo, al igual que los dulces, que se sitúan en la punta de la pirámide. También las grasas y aceites deben usarse con moderación: basta con una o dos cucharadas diarias de aceite vegetal de calidad como el de oliva, colza, nueces o girasol.

Conclusión: comiendo mucha fruta y verdura es imposible hacerlo mal. Y ahora algunos consejos para que los más pequeños también se conviertan en grandes apasionados de la fruta y la verdura: por la mañana, ponles unas deliciosas bayas en los cereales. O unas ricas fresas, tan dulces te quitarán el mal humor matutino en un abrir y cerrar de ojos.  En la escuela, a los niños les encanta picar tiras de pimiento crudo o trocitos de pepino.  A la hora de comer, sedúcelos con una verdura rehogada, acompañada de carne blanca y un par de patatas: una comida sencilla y ligera. Por la tarde ofréceles una segunda ración de fruta, (mejor si se la presentas cortadita, para que vayan picando).  Y para cenar, ¿qué tal unas tostadas con queso fresco y unas rodajas de pepino? Ahí tenéis un ejemplo de un día nutricionalmente saludable que también gusta a los niños.

Fuente: AGES, Österreichische Agentur für Gesundheit und Ernährungssicherheit GmbH (Agencia Austríaca de Salud y Seguridad Alimentaria)

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