Además de estar riquísima, la verdura reduce las emisiones de dióxido de carbono, el principal responsable del cambio climático. Investigadores de la universidad neerlandesa de Leiden han descubierto que un cambio en los hábitos alimentarios en Japón, Canadá y los Estados Unidos que incluyera más verduras y legumbres podría hacer que las emisiones de dióxido de carbono se redujeran en un 13 % y bajaran hasta el 25 %. En países emergentes como Brasil y México, la emisión de CO2 podría reducirse hasta el 21 % disminuyendo el consumo de carne. Y es que la producción de carne es una de las principales causas de emisión de dióxido de carbono y, por tanto, una de las mayores amenazas para el medio ambiente. Según WWF, prácticamente el 70 % de las emisiones directas de gases de efecto invernadero se deben a los productos animales. Así, quienes siguen
las recomendaciones de la comunidad científica y consumen mucha verdura, también están tomando partido y actuando a favor del medio ambiente. ¡Qué mejor motivo para añadir más verdura a nuestro plato!
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