Pero igual que algunos adultos digerimos mejor que otros las frutas ácidas, por poner un ejemplo, también con los bebés ocurre lo mismo. Por ello, es mejor no excluir ninguna fruta en concreto, sino ir probando con cuidado qué variedades te sientan mejor a ti y a tu hijo.
La preocupación de que vuestro retoño no tolere algún alimento suele ser más bien infundada. Pero por si acaso, aquí os dejamos una lista de los vegetales más propensos a provocar gases o reacciones alérgicas: apio, rábanos, puerros, chalotas, judías, chucrut, pimientos picantes y normales son algunos ejemplos. También deberían desaparecer de la lista de la compra el ajo, los espárragos y las hierbas aromáticas, ya que pueden cambiar el sabor de la leche materna. Las frutas ácidas, como la naranja, el pomelo, la piña, el kiwi o las manzanas ácidas tampoco son las más recomendables.
Las frutas que mejor sientan a la mayoría de bebés son el aguacate, el mango, la papaya, la manzana dulce y la pera, así como el plátano y el melón. Y no dejéis de consumir verduras como la lechuga, la zanahoria, el calabacín, la berenjena, los champiñones y las patatas, que no solo os entusiasmarán a vosotros, sino también a los pequeños.