¿Por qué ofrecéis frutas y verduras de otros países? ¿Eso no es perjudicial para el medio ambiente?

¿Por qué ofrecéis frutas y verduras de otros países? ¿Eso no es perjudicial para el medio ambiente?

Plátanos, piñas, mangos, mandarinas, naranjas, aguacates, uvas… muchas de las frutas que ofrecemos no son originarias de Alemania. Sin embargo, los clientes las desean porque son saludables y realmente sabrosas. Por eso las cultivamos en otros países, aunque también ofrecemos frutas y verduras de origen alemán como manzanas, arándanos, frambuesas, grosellas y tomates. Nuestra misión es proporcionar la fruta y verdura más natural, fresca y sabrosa. Y hacerlo de una manera de la que podamos sentirnos orgullosos. La naturaleza y el clima son muy importantes para nosotros, al fin y al cabo dependemos muy especialmente de ellos. Por eso, en la medida de lo posible, ahorramos CO2 ya que este es perjudicial para el clima. Trabajamos en ello todos los días. Y estas son algunas de las medidas que hemos tomado hasta ahora.

Al reciclar casi 1.000 toneladas de papel, cartón, vidrio y envases ligeros hemos ahorrado 4.659 toneladas de recursos primarios. Como resultado, hemos evitado la producción de 832 toneladas de CO2. Para alcanzar este valor habría que plantar 66.000 árboles, lo que correspondería a una superficie forestal de aproximadamente 8,18 hectáreas.

Además en 2017 empezamos a plantar árboles en las zonas no cultivadas de nuestra finca Magdalena en Ecuador. La reforestación a las orillas del río Puebloviejo probablemente nos costará mucho esfuerzo en los próximos años, pero vale la pena porque estamos creando un ecosistema natural: los árboles evitan la erosión del suelo y crean un nuevo hábitat para las plantas y los animales salvajes. Además, almacenan cantidades considerables de CO2 de efecto invernadero. Para alcanzar este valor habría que plantar 66.000 árboles, lo que correspondería a una superficie forestal de aproximadamente 8,18 hectáreas.

Además en 2017 empezamos a plantar árboles en las zonas no cultivadas de nuestra finca Magdalena en Ecuador. La reforestación a las orillas del río Puebloviejo probablemente nos costará mucho esfuerzo en los próximos años, pero vale la pena porque estamos creando un ecosistema natural: los árboles evitan la erosión del suelo y crean un nuevo hábitat para las plantas y los animales salvajes. Además, almacenan cantidades considerables de CO2 de efecto invernadero.

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