A ver si esto también os ha pasado: en los cumpleaños, los niños se abalanzan sobre los platos con ositos de gominola como si no hubiese un mañana, mientras que los recipientes ingenuamente repletos de trocitos de zanahoria, pimiento y pepino pasan desapercibidos. Pero, ¿cómo conseguir que los niños disfruten comiendo fruta y verdura? Aquí os damos unos cuantos trucos para que los más pequeños reciban la ración necesaria de vitaminas y minerales.
Los niños son curiosos: llévatelos a hacer la compra para que vean la gran variedad de fruta y verdura que hay. Si les dejas que escojan la que más les gusta, mejor que mejor. Cuando lleguéis a casa, podéis lavarla, prepararla y probarla juntos. Por supuesto, mejor si lo hacemos cuando están famélicos.
Plántale un delantal a tu pequeño o pequeña y cocinad un plato juntos. Desde una sopa de verduras hasta un risotto, pasando por un delicioso pisto, todo vale. Y es que si lo han cocinado ellos, les sabrá el doble de bueno. Así que ¡a los fogones!
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