Las frutas y verduras también pueden ser consumidas por los diabéticos. Sin embargo, recomendamos que primero consulte a su médico o dietista para que elaboren un plan de nutrición individual para usted. Hay dos maneras de averiguar qué alimentos tienen qué efecto sobre el azúcar en la sangre. Uno puede basarse en el índice glicémico (Glyx) o en la carga glicémica (GL). También hay numerosas tablas de alimentos en Internet que proporcionan importante información. Cuanto más bajo sea el Glyx o la GL de un alimento, mejor para los diabéticos (fuente: verbraucherzentrale.de). Las manzanas, peras, pomelos, cerezas, kiwis, mangos, naranjas, melocotones, ciruelas y bayas de todo tipo tienen un bajo índice de glicosilación, por lo que son adecuadas para los diabéticos. También tienen fibras dietéticas que retrasan el aumento del azúcar en la sangre.
No obstante, no deben consumirse en exceso. Por ejemplo, «Una porción diaria de fruta que quepa en las manos en forma de cuenco es lo ideal. Puede ser una manzana y una pera o un puñado de bayas», recomienda Thomas Haak, Director Médico del Centro de Diabetes de Bad Mergentheim. Los tomates, los pepinos, las berenjenas, las alcachofas, la coliflor, las zanahorias, el calabacín y los espárragos suelen contener menos azúcar y se pueden comer más a menudo. Las verduras hacen que uno se sienta lleno y ayudan a mantener el peso corporal estable o incluso a reducirlo. Además, aportan muchas vitaminas y minerales valiosos, así como sustancias vegetales secundarias que, por ejemplo, colorean el tomate de rojo o el pepino de verde, pero que también pueden encontrarse en los cereales integrales y en las legumbres.Cuanto más colorido y variado es el alimento más vitaminas, minerales y sustancias vegetales secundarias recibe el cuerpo.
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