Naranjas contra la piel de naranja

Naranjas contra la piel de naranja

¿Sabíais que 1973 fue nefasto para las mujeres? En ese año, la esteticista Nicole Ronsard acuñó el término »celulitis« y describió sin piedad los nódulos en los muslos y las nalgas como una »Combinación de grasa, agua y productos tóxicos de degradación«.

Y luego la revista americana Vogue lo acabó de rematar diciendo que la acumulación de tejido adiposo, que en realidad es totalmente inocua, era una patología deformadora. Qué almas tan poco caritativas poblaban la redacción de esa revista… ¡si el 80 por ciento de las mujeres tenemos celulitis!

Desde ese momento, nos doblegamos ante el dictado de belleza recién impuesto y declaramos la guerra a la denostada piel de naranja.

Así que recurrimos a cremas, aceites, envolturas, vitaminas, nos sometemos incluso a la estimulación eléctrica… y gastamos en estos tratamientos, más o menos efectivos, la friolera de 5.000 millones de euros al año. Y lo más triste es que en lugar de reducir la celulitis, lo que reducimos son nuestras cuentas corrientes. Todavía se desconocen las causas de esta debilidad de los tejidos conjuntivos, pero probablemente sea hereditaria y dependa en parte del nivel de estrógenos. Pero no todo está perdido: cuanto antes tratemos la celulitis, más probabilidades de éxito tendremos. ¿Qué podemos hacer para lucir una piel tersa? Además de darnos duchas escocesas y actividad física regular para activar el metabolismo y la circulación (mejor si son ejercicios de actividad prolongada y entrenamiento con pesas), una alimentación equilibrada, con mucha fruta y verdura ayudan a acabar con los antiestéticos hoyuelos. ¡Genial! Por fin podemos comer tantas naranjas, sandías, mangos, plátanos, kiwis, aguacates, pimientos, brócoli, zanahorias, lechugas y calabacines como nos pida el cuerpo. ¡Y sin remordimientos! Por su alto contenido en potasio, son especialmente recomendables los frutos de cáscara, las patatas, las espinacas y los tomates. Además, los expertos en belleza recomiendan recurrir a menudo a los productos integrales y las legumbres. Si es que lo hemos sabido siempre: la fruta y la verdura no solo son superdeliciosas y supersaludables, sino que además nos ponen superguapas. Así que este verano, sin miedo… ¡a sacar el bikini del armario!

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