Con el fin del verano nos entra la melancolía y nos hemos puesto a pensar en cómo podemos alargar nuestra estación preferida. La solución es muy sencilla: ¡vamos a hacer conservas! Es una técnica muy fácil que consiste en calentar la fruta o la verdura a una alta temperatura, aumentando su tiempo de conservación y guardando así algo del espíritu veraniego para las largas noches de invierno.
Así que sacad los tarros de mermelada o las botellas de vidrio de batidos que tengáis en casa, que los vamos a reutilizar para hacer conservas. Aparte de eso, necesitaréis una olla y un trapo de cocina o una bandeja de horno, según el método que elijáis. Podéis hacer conserva de cualquier fruta o verdura que echéis de menos en invierno. Comenzad por cortarla a trozos pequeños y a continuación seguid estos sencillos pasos:
- Cubrir tarros y tapas con agua hirviendo. Esto es muy importante para que los recipientes estén bien limpios. A continuación escurrir el agua y colocarlos en una fuente.
 Dejar un comentario