Pueden ser pequeños, pero son muy peligrosos. Los tisanópteros, los psiloideos y los ácaros de dos puntos pueden poner muy enfermos a los árboles de cítricos. Y estas son solo tres variedades de la enorme cantidad de especies de plagas que hay. Para que estos pequeños insectos no puedan dañar a los cítricos de nuestra finca sudafricana de Roihoogte, primero nos aseguramos de que nuestros árboles crezcan sanos, fuertes y resistentes.
Reciben mucha luz y aire mediante una poda adecuada, y gracias al eficiente riego por goteo, obtienen suficiente agua sin desperdiciar este preciado recurso.
Pero la precaución es la clave. Un equipo de 12 expertos en plagas cuida de nuestros árboles para que ninguna enfermedad se propague en nuestras plantaciones.
Por supuesto, los especialistas no pueden examinar individualmente todos y cada uno de los árboles de nuestra gran finca. Por esta razón, siempre se marcan 5 árboles en secciones de 1 a 1,5 hectáreas. Son los llamados árboles de referencia. Una vez a la semana, los expertos inspeccionan estos árboles de arriba abajo. Revisan las ramas, las hojas y, por supuesto, los frutos. Buscan plagas, pero también enfermedades bacterianas, víricas o fúngicas, como el moho.
Cuanto antes reconozcan las plagas o enfermedades en los árboles de referencia, más eficazmente podrán proteger toda la plantación. Por esta razón, también registran sus observaciones durante cada inspección. Si aun así se acabara imponiendo alguna plaga en nuestra finca de Roihoogte, nuestros especialistas tienen dos armas secretas preparadas: ¡insectos beneficiosos y trampas de feromonas!
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