Os presentamos las cerezas SanLucar

Os presentamos las cerezas SanLucar

El cultivo de las cerezas SanLucar

  • En SanLucar nos encantan las cerezas, especialmente si están en su punto ideal de maduración y saben crujientes, dulces, aromáticas y jugosas. Pero este delicado equilibrio no se consigue por arte de magia: se necesita mucho sol y un clima seco. En SanLucar les proporcionamos con mucho gusto las mejores condiciones en zonas de cultivo mediterráneas de países como Turquía, España o Italia, pero también en Alemania, Chile, EE.UU. o Canadá. Como las cerezas son muy sensibles a la humedad, en países como Alemania las protegemos de la lluvia con cubiertas. Y es que si una gota de lluvia permanece sobre la fina piel de la cereza mientras brilla el sol, puede actuar como un cristal candente y hacer que reviente el preciado fruto.

  • En SanLucar no recolectamos la cereza hasta que toda ella presenta un color rojo intenso y brillante, es decir, hasta que ha madurado completamente y su sabor es muy dulce. Y lo hacemos a mano: así seleccionamos solo las mejores piezas. Es muy importante recolectarlas con el rabito, para evitar que pierdan su valioso jugo. A continuación las refrigeramos a unos 3 grados para mantenerlas crujientes y aromáticas como recién recolectadas. 

Consejos SanLucar: cómo conservar las cerezas

  • Las cerezas no son frutas climatéricas, por lo que no siguen madurando una vez recolectadas. Así pues, lo mejor es comerlas recién cogidas del árbol, cuando su sabor es más aromático.
  • Si todavía no ha llegado el momento de comerlas, tampoco hay problema. Si las conservamos sin lavar en un recipiente cerrado en la nevera, aguantan perfectamente un par de días.

 Otra información de interés

  • La cereza dulce es una fruta ideal para picar. Pero también es perfecta para elaborar mermeladas, rellenos para tartas o zumos.
  • A la hora de comprar cerezas, fíjate en el rabito: si está verde, es que la cereza es fresca. El fruto debe presentar un brillo mate.
  • Las cerezas proceden de Eurasia. Las variedades de cereza dulce que se cultivan actualmente descienden de la cereza silvestre y de las formas silvestres de la cereza ácida.

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