Una vez al mes, nuestros empleados de la central española en Puzol se reúnen para almorzar: es una ocasión para divertirse y relacionarse entre ellos. Cada uno trae algo para compartir: una barra de pan, mermelada, queso, jamón… o cualquier otra cosa que le apetezca. Esta aportación se vende luego a los compañeros en la pausa del almuerzo. Con el dinero que se recauda, apoyamos pequeños proyectos de nuestro Programa DREAMS. Así, por ejemplo, hemos comprado nuevos balones para nuestra escuela deportiva en Ecuador y hemos organizado una jornada de deporte en familia en nuestra finca Rooihoogte de Sudáfrica.
Con motivo del día de la alimentación, organizamos talleres sobre nutrición saludable para los niños de nuestra escuela deportiva DREAMS, así como para los de nuestra finca Rooihoogte y para los hijos de las personas usuarias del comedor social El Puchero, en Valencia.
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